CITRINO
También llamada citrina. Es otra variante del
cuarzo, pero de color amarillo limón y con su misma escala de dureza, 7 Mohs.
Su nombre proviene del francés citrón. Antiguamente,
se le había llegado a denominar “cuarzo topacio” por su parecido con el
topacio, pero hemos de dejar claro que son dos piedras completamente
diferentes.
CONCEPTO 2
El Citrino verdadero se presenta en amarillo claro y
amarillo más fuerte, dorado translucido; En el Brasil, calientan la Amatista a
400°, cambiándole así su valencia de hierro y transformándola en Citrino;
esto de todas formas actúa como un Citrino natural, pues 400°, no es nada para
un cristal, y nos servirán como Citrinos naturales. El Citrino de manera
natural se forma al interior de la Tierra a través de un post calentamiento de
la Amatista, los yacimientos son más profundos y escasos, que luego tomará este
color amarillo claro. El Fuego, consumiendo a la Amatista concebirá el
Citrino.
Por ello el Citrino fue siempre considerado como el Hijo
de la Amatista, la segunda piedra en importancia luego del Cuarzo Cristal.
Llamada la Gran Madre, la Amatista representa aquella de cuyo vientre
nacen los maestros, y al haber sido creado por ella, El Citrino es considerado
como el arquetipo del Avatar o el Maestro.
Debido a su color dorado se lo asocia a la nobleza
espiritual de los iluminados y a la abundancia que trae el desarrollo de los
propios talentos.
Representa al hombre que alcanzó un máximo de conciencia
espiritual en vida, convirtiéndose en lo mejor de sí mismo. Para la
humanidad el Citrino es como un puente entre la materia y el espíritu.
Para los Antiguos el Citrino era la condensación de la
conciencia de los maestros espirituales que habían encarnado antes como Jesús,
Buda, Mitra, Hermes, Zoroastro etc.
El Citrino es una reserva inagotable de energía solar.
Se dice que son “PEDAZOS DE SOL”, es decir, la materialización al
interior de la Tierra de los rayos solares y por ello se le atribuye un gran
poder de manifestación creativa.
Trabaja especialmente en la tercera chacra o chacra del
Plexo Solar, centro de la vida de nuestro cuerpo físico y de la vitalidad de
nuestros cuerpos sutiles. Por éste chacra entran los rayos procedentes
del sol, los cuales mantienen vivo al cuerpo físico. El Citrino emana
vibraciones que fortalecen este chacra y nos ayuda a tener una vida larga y
saludable. Con la potencialización del chacra del Plexo Solar, nuestros
cuerpos sutiles reciben una inyección de vitalidad y son fortalecidos.
El Sol simboliza la sabiduría del Universo en fuerza dinámica.
Esta conciencia plena no nos es transmitida por medio de una función
racional, sino a través de la emanación de una energía que poseen los rayos
solares que entran por el plexo.
El Citrino puede transformar la potencialización de la conciencia
de éstos rayos en nuestro plano mental, despertando el Sol Interior de nuestra
propia conciencia superior, y en ese despertar, el maestro interior nace y se
hace consiente.
Así es como actúa el Citrino, intentando hacer aflorar en
nosotros la parte superior oculta tras nuestro ego y concienciándonos de
nuestro Dios Interior.
El Sol es el Astro dador de vida y el Citrino es la
Aurora, el amanecer de nuestro Dios o Sol Interior; por ello tiene el poder del
renacimiento mágico del Ser.
Usándolo como joya permanente o teniéndolo cerca de través
del tiempo, ésta piedra sagrada va trabajando nuestro plexo solar hasta
transformar nuestra alma, la piedra en bruto, en oro espiritual, la piedra
filosofal de los alquimistas.
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