martes, 20 de octubre de 2015

JOYA CITRINO

CITRINO

También llamada citrina. Es otra variante del cuarzo, pero de color amarillo limón y con su misma escala de dureza, 7 Mohs.
Su nombre proviene del francés citrón. Antiguamente, se le había llegado a denominar “cuarzo topacio” por su parecido con el topacio, pero hemos de dejar claro que son dos piedras completamente diferentes.




CONCEPTO 2

El Citrino verdadero se presenta en amarillo claro y amarillo más fuerte, dorado translucido; En el Brasil, calientan la Amatista a 400°, cambiándole así  su valencia de hierro y transformándola en Citrino; esto de todas formas actúa como un Citrino natural, pues 400°, no es nada para un cristal, y nos servirán como Citrinos naturales.  El Citrino de manera natural se forma al interior de la Tierra a través de un post calentamiento de la Amatista, los yacimientos son más profundos y escasos, que luego tomará este color amarillo claro.  El Fuego, consumiendo a la Amatista concebirá el Citrino.

Por ello el Citrino fue siempre considerado como el Hijo de la Amatista, la segunda piedra en importancia luego del Cuarzo Cristal.  Llamada la Gran Madre, la Amatista representa aquella de cuyo vientre nacen los maestros, y al haber sido creado por ella, El Citrino es considerado como el arquetipo del Avatar o el Maestro.

Debido a su color dorado se lo asocia a la nobleza espiritual de los iluminados y a la abundancia que trae el desarrollo de los propios talentos.

Representa al hombre que alcanzó un máximo de conciencia espiritual en vida, convirtiéndose en lo mejor de sí mismo.  Para la humanidad el Citrino es como un puente entre la materia y el espíritu.

Para los Antiguos el Citrino era la condensación de la conciencia de los  maestros espirituales que habían encarnado antes como Jesús, Buda, Mitra, Hermes, Zoroastro etc.
El Citrino es una reserva inagotable de energía solar.  Se dice que son “PEDAZOS DE SOL”, es decir, la materialización al interior de la Tierra de los rayos solares y por ello se le atribuye un gran poder de manifestación creativa.

Trabaja especialmente en la tercera chacra o chacra del Plexo Solar, centro de la vida de nuestro cuerpo físico y de la vitalidad de nuestros cuerpos sutiles.  Por éste chacra entran los rayos procedentes del sol, los cuales mantienen vivo al cuerpo físico.  El Citrino emana vibraciones que fortalecen este chacra y nos ayuda a tener una vida larga y saludable.  Con la potencialización del chacra del Plexo Solar, nuestros cuerpos sutiles reciben una inyección de vitalidad y son fortalecidos.

El Sol simboliza la sabiduría del Universo en fuerza dinámica.  Esta conciencia plena no nos es transmitida por medio de una función racional, sino a través de la emanación de una energía que poseen los rayos solares que entran por el plexo.

El Citrino puede transformar la potencialización de la conciencia de éstos rayos en nuestro plano mental, despertando el Sol Interior de nuestra propia conciencia superior, y en ese despertar, el maestro interior nace y se hace consiente.

Así es como actúa el Citrino, intentando hacer aflorar en nosotros la parte superior oculta tras nuestro ego y concienciándonos de nuestro Dios Interior.

El Sol es el Astro dador de vida y el Citrino es la Aurora, el amanecer de nuestro Dios o Sol Interior; por ello tiene el poder del renacimiento mágico del Ser.

Usándolo como joya permanente o teniéndolo cerca de través del tiempo, ésta piedra sagrada va trabajando nuestro plexo solar hasta transformar nuestra alma, la piedra en bruto, en oro espiritual, la piedra filosofal de los alquimistas.



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